Ruta lavaderos

Una iniciativa de Casa Tía Julia - Refugio de ideas

Bendita lavadora

ago 212014

Autora: Lucía Sánchez / Ical News

Fuente original: León Noticias

Eran espacios únicos, que pertenecieron solo y exclusivamente a la mujer, y que “como muchos otros” con sello femenino, no han sido lo suficientemente valorados. Los lavaderos, espacios que en muchos lugares de Castilla y León se conservan en buen estado, dan testimonio del trabajo que realizaban las mujeres, tan duro como poco reconocido.

lavadero ciria
Fotografía de Concha Ortega

 

El Centro Cultural la Casa Tía Julia ha organizado una ruta guiada mañana domingo día 20 por los lavaderos de Ciria, Reznos y La Quiñonería. La historiadora y antropóloga, Beatriz Gallego Muñoz, que realizó un estudio social de estos espacios, será la encargada de explicar lo que significaron y como su abandono significó el cambio hacia una sociedad más industrializada. “Eran lugares solo para ellas, que servían afortunadamente para que tuvieran sus encuentros y sus vivencias”, explica la experta.

En España existían dos tipos de lavaderos, principalmente. Los de pie, que obligaban a la mujer a estar doblada o los de rodilla. En ambos casos adoptaban una postura forzada. La labor doméstica conllevaba que estuvieran todo el rato con las manos sumergidas en el agua para intentar que aquella ropa tosca y dura quedará limpia, para lo cual, además, utilizaban jabones agresivos. A estas circunstancias se le unía el tener que transportar la ropa desde su casa hasta el lavadero y viceversa, por lo que constantemente tenían que portar peso.

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En memoria de los antiguos lavaderos del Moncayo y de aquellas mujeres que los utilizaron

ago 152014

Autora: Rocío Herrera

Fuente original: Blog Encanto del Moncayo

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(crónica de la I Ruta de los Lavaderos, organizada por Casa Tía Julia en Ciria, Soria 20/07/2014)

Yo no podía saber que la atracción que sobre mí ejercían aquellos lugares era por todo lo que dentro se vivió, allí se crecía, se susurraba, se reía y se sufría... Quizás a ti no, pero a mi siempre me han llamado la atención aquellos viejos lavaderos que me encuentro en los pueblos, en mejores o peores condiciones. No imaginarás la importancia que tuvieron aquellas edificaciones femeninas vetadas al hombre, porque no sólo eran un sitio de trabajo, eran también uno de los pocos puntos de encuentro en los que las mujeres de los pueblos se reunían para hablar de sus cosas mientras hacían la colada, eran lugares donde se recogía y divulgaba lo ocurrido en la zona. Allí las jóvenes se introducían en la madurez escuchando las conversaciones de las mujeres adultas y las niñas jugaban a ser mayores adquiriendo los roles de la época. No era sencillo, al contrario, era muy duro, sobre todo en invierno cuando tenían que romper el hielo para poder sumergir su ropa; la que madrugaba buscaba el mejor sitio, ya que no era igual un puesto que otro aunque nos lo pudiera parecer a los que en tiempos modernos sólo elegimos la marca de la lavadora con más botones y lucecitas.

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